También conocida como la Norma de Calidad Electoral, es un estándar desarrollado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) con el objetivo de establecer directrices y requisitos para garantizar la calidad en los procesos electorales.
Esta norma proporciona un marco de referencia para asegurar que los procesos electorales sean transparentes, justos y confiables, y que se respeten los derechos democráticos de los votantes.
Las principales ventajas para las entidades públicas o privadas que las implementen son: aumentar la confianza de ciudadanos, candidatos, organizaciones políticas y otras partes electorales interesadas, facilitar la aplicación de la reglamentación y normatividad donde se realicen procesos electorales, y demostrar su capacidad para administrar elecciones por medio de la emisión del voto secreto, los cuales proporcionan resultados confiables, transparentes, libres y justos.
La implementación de la norma ISO/TS 54001 en Latinoamérica ha variado en cada país de la región. Algunos países como México, Colombia y República Dominicana han adoptado esta norma y la han incorporado en sus legislaciones electorales, supervisadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de su Órgano Internacional de Acreditación Electoral (IEAB por sus siglas en inglés) mientras que otros países aún están en proceso de evaluar su adopción.
En México, se ha avanzado en la implementación de la norma ISO/TS 54001 a través del Instituto Nacional Electoral (INE). Organismo que ha buscado fortalecer la calidad electoral mediante la adopción de estándares internacionales, incluyendo la norma ISO/TS 54001. Esto ha implicado mejorar los procesos de capacitación del personal electoral, establecer mecanismos de verificación de la calidad en los procesos electorales, y promover la participación ciudadana en la supervisión de las elecciones.
En Colombia, la norma ISO/TS 54001 ha sido considerada como un marco de referencia para fortalecer la calidad y transparencia en los procesos electorales. La Registraduría Nacional del Estado Civil, entidad encargada de la organización de las elecciones, ha promovido la implementación de buenas prácticas electorales basadas en estándares internacionales, incluyendo la norma ISO/TS 54001. Esto ha contribuido a mejorar la confianza de los ciudadanos en los resultados electorales y a garantizar la integridad del proceso.
En República Dominicana, la Junta Central Electoral se convirtió recientemente en el primer órgano electoral del mundo en ser certificada en 4 Normas ISO incluyendo la ISO/TS 54001 fortaleciendo la transparencia, la seguridad y la confiabilidad de los procesos electorales en el país.
La Junta Central Electoral tiene 691 dependencias, entre ellas 170 oficialías del estado civil, 158 juntas electorales, 179 centros de cedulación, 66 delegaciones, unas 88 oficinas administrativas y 30 oficinas de servicios en el exterior (OSE) distribuidas en todo el mundo.
Sin embargo, todavía falta compromiso de algunas de estas entidades electorales para implementar de forma eficaz el Sistema de Calidad Electoral. La OEA como supervisor de las elecciones en Latinoamérica ha encontrado falta de documentación en los procesos, insuficiencia de chequeos y fallos tecnológicos que ponen en duda la transparencia en el proceso electoral.
Otros hallazgos como la falta de transparencia por parte de los partidos al reportar el financiamiento de sus campañas, falta de información contable, el registro de contribuyentes, no tener herramientas de control para verificar los topes máximos de gastos de campaña, muestran debilidades y riesgos frente a los que se deben tomar acciones más adelante para garantizar elecciones transparentes.
La norma ISO 54001 es certificable y aplica a todo tipo de organizaciones electorales. Su implementación en Latinoamérica varía en cada país y depende de factores como la voluntad política, los recursos disponibles y el grado de desarrollo institucional. La adopción de esta norma contribuye a fortalecer la calidad y la confianza en los procesos electorales, promoviendo la participación ciudadana y el respeto de los principios democráticos.
Es importante destacar que la implementación del Sistema de Calidad Electoral no es un proceso instantáneo ni exento de desafíos, requiere de un compromiso continuo por parte de las instituciones electorales, los actores políticos y la sociedad en su conjunto. Sin embargo, cada avance en esta dirección contribuye a mejorar la percepción de transparencia y legitimidad de las elecciones.
La confianza en los procesos electorales es crucial para la estabilidad democrática y el fortalecimiento de las instituciones en Latinoamérica. La implementación del sistema de calidad electoral, junto con la lucha contra la corrupción y la promoción de una cultura de transparencia, es un paso esencial para revertir la imagen negativa y construir una reputación sólida en cuanto a la integridad de los procesos electorales.
Si bien queda trabajo por hacer, los avances en la implementación del Sistema de Calidad Electoral en Latinoamérica son un indicador positivo de que los países de la región están comprometidos con mejorar y fortalecer sus sistemas electorales para garantizar elecciones seguras, transparentes y confiables.